TEMA 12 PROYECTO INDIVIDUAL 32 ASÍ QUE NOS VAMOS

TEMA 12 PROYECTO INDIVIDUAL 32

!!!!!!!!!!!!!!!ASÍ QUE NOS VAMOS!!!!!!!!!!!!!!!

1. La Tarea

Trabajaréis sobre la evolución de los movimientos migratorios en España, a fin de aprender acerca de las variaciones provocadas por la crisis económica en este apartado demográfico, y acerca de sus repercusiones económicas.

 A)    EVOLUCIÓN DE LA EMIGRACIÓN AL EXTRANJERO.

Váis a hacer un estudio de las variaciones de los movimientos migratorios en España en los últimos años, es decir, las repercusiones de la crisis económica, positivas o negativas. Así pues, analizaréis la repercusión de la crisis actual  en la evolución de la emigración al extranjero desde España, diferenciando entre españoles y extranjeros que emigran. Las conclusiones las recogéis en un documento DRIVE. Debéis saber que:

1. La evolución de la población está ìntimamente relacionada con la evolución económica.
2. La crisis económica actual ha afectado a los movimientos migratorios, es decir, a la emigración, inmigración y el saldo migratorio de España desde el 2008.
3. España tradicionalmente ha sido un país de emigrantes.

Recogeréis las conclusiones sobre la evolución de la emigración en España, diferenciando entre españoles y extranjeros que emigran desde el año 2008 hasta hoy, en un documento de texto DRIVE, .

  

  B)   SALDO MIGRATORIO Y CONSECUENCIAS SOCIOECONÓMICAS.

Ahora ya tenéis una idea de los cambios que ocurren en los movimientos de población provocados por las crisis económicas, analicemos el saldo migratorio y sus consecuencias socioeconómicas.

Lo primero que has de hacer es elaborar en un documento sobre la evolución del saldo migratorio y sus consecuencias socioeconómicas.

Debéis realizar las siguientes tareas y incluirlas en el mismo documento:

• Relacionar la evolución del saldo migratorio con las consecuencias socioeconómicas, es decir, si España está rejuveneciendo o envejeciendo al verse afectada por cambio migratorios.  

• Responde: ¿ha dejado España de ser un país de emigrantes? Razona tu respuesta

                    ¿son fiables las fuentes demográficas?

•  Predice, de acuerdo con esta información y de continuar la tendencia presente, qué tendencia futura crees  que ocurrirá y cuáles serán sus consecuencias.

   2. Recursos

Os dejamos diferentes informaciones sobre los movimientos migratorios de los últimos años en España:

¿Cuántos se han ido? Imposible de saber Más de dos millones de personas se han ido de España entre 2008 y el 1 de julio de 2014, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).Los datos oficiales de migraciones indican que en los años que coinciden con la crisis se marcharon 2.186.795, de los cuales 1.924.714 eran extranjeros (88,01%) y 262.081 españoles (11,98%). Esto es el equivalente al 0,6% de la población española y 36,75% de la extranjera. Estas cifras infrarrepresentan, sin embargo, y aunque algunos expertos tratan de cocinar sus propios datos es imposible determinar cuántas personas han emigrado realmente. En el estudio La nueva emigración española. Lo que sabemos y lo que no, la investigadora del IEGD-CSIC Amparo González-Ferrer afirma que se han marchado 700.000 españoles. “Con seguridad, nosotros no estamos midiendo bien a todos los españoles que se van”, admite Antonio Argüeso, subdirector general de estadísticas sociodemográficas del INE. A partir de esta afirmación, los cálculos  quedan relegados al terreno de la hipótesis. El INE mide las migraciones a partir de las variaciones residenciales (altas y bajas) registradas en el Padrón. A las cifras en bruto (estadística de variaciones residenciales o EVR) les aplica correcciones con un tratamiento estadístico para estimar la fecha en la que han emigrado los extranjeros que no han informado al padrón de su salida, y para corregir el retraso de los datos que facilitan los padrones municipales y estimar a dónde se han ido quienes no lo han indicado expresamente. De esa mejora sale la estadística de migraciones (EM). El Padrón puede tomarse como una fuente relativamente fiable para estimar la inmigración, porque la inscripción es obligatoria para poder acceder a derechos fundamentales como la asistencia sanitaria, la escolarización o la tramitación de permisos de residencia. Para la emigración, sin embargo, la fiabilidad es menor, porque quien se marcha del país no tiene incentivos para darse de baja en el padrón o darse de alta en el PERE (Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero) y, al contrario, puede tener razones para no querer hacerlo, como no perder el derecho a la sanidad pública o a votar en las elecciones municipales o autonómicas. “Con los extranjeros [que emigran] el error que podemos cometer es más pequeño, porque más tarde o más temprano, caducan [en el registro], y con el procedimiento de las Estadísticas de Migraciones se solventa. Cuando un español se va, no deja en ningún sitio que se ha ido y no tiene que decir nada en el consulado; entonces, efectivamente tú no lo cuentas”, confirma Antonio Argüeso. “Estamos infraestimando la cifra de españoles que emigran a países europeos, eso es evidente”, reconoce. Por las mismas razones “tenemos una cierta incógnita sobre si están volviendo o no están volviendo, en la medida en que no se empadronan”.

LOS DATOS DEL INE Las estadísticas del INE no sirven pues para saber exactamente cuántos se han ido, pero ayudan a observar una tendencia: que el número de gente que se va, cada año que pasa de crisis, es un poco mayor. El saldo migratorio, es decir, la diferencia entre los que van y los que llegan -porque sí, sigue llegando gente, 2.162.442 frente a los 2.186.795 que se fueron- es negativo desde 2008, y cada año la cifra empeora. En 2012 fue de -142.552, y en los primeros seis meses de 2014 la cifra alcanzaba ya los -124.915. Cuando se hace zoom en los españoles el panorama no es mejor.

LOS 700.000 DE AMPARO GONZÁLEZ Para tratar de estimar una cifra más realista, Amparo González comparó las cifras de variaciones residenciales del INE con las de llegadas de españoles en Reino Unido y Alemania. Las oficinas de estadísticas de estos dos países ofrecían una realidad bien distinta. En Reino Unido, donde analizó los datos de registro en la seguridad social (NINo, en sus siglas en inglés), obligatorio para poder trabajar, descubrió que las cifras podían ser entre 3,7 y 7,2 veces mayores, según el año. Los números del registro de población alemán correspondiente a las llegadas procedentes de España de no alemanes, también eran entre 3,6 y 6,2 veces más altos. “Obviamente [las cifras de los países de destino] no son perfectas: hay gente que está irregular, hay gente que tiene el número [de la Seguridad Social] pero ya no sabes si sigue allí. Hay que conocer cada fuente para ver para qué sirve y para qué no, y para el mundo mundial esto es imposible”, explica la investigadora. Con todas sus potenciales deficiencias, tomó estas cifras pero pensó que el desfase no era necesariamente tan alto en todos los países, y tuvo en cuenta que estos son de la UE y dos de los preferidos para emigrar. En algunos, como países en conflicto o países en desarrollo, el contexto puede incluso ser un incentivo para registrarse en el consulado o embajada. Así que se dijo: “Voy a ser prudente, no voy a ser alarmista y lo voy a multiplicar por 2,5-3 para el conjunto del mundo”. Y de esa multiplicación, que ella llama “la cuenta de la vieja”, salieron sus números. “Igual me estoy quedando cortísima o igual me estoy pasando un poco y lo de Alemania y Reino Unido no se reproduce en otros países. 700.000 es un número que no significa nada. Simplemente tiene efectos ilustrativos”, explica. Y en seguida se reafirma: “Tampoco creo yo que sea mucho menos, de hecho, no me extrañaría que fuese algo más. Luego, tampoco sabemos cuántos han retornado. Yo digo que esos son los que han salido en ese periodo, pero obviamente muchos de esos han vuelto”.

CÓMO ATINAR MÁS EN LOS DATOS La deficiencia de las estadísticas es evidente, porque se basan en un acto administrativo voluntario que en el caso de las migraciones no tiene incentivos claros para el ciudadano. Los números exactos por año no pueden ser por tanto fiables, pero las series estadísticas sí resultan útiles para analizar tendencias. Y la tendencia muestra que el fenómeno sigue al alza. Amparo González tiene dos sugerencias para la oficina de estadísticas. La primera sería asignar investigadores que contrastasen sistemáticamente los datos oficiales españoles con los de todos los países de destino, de todo el mundo. “Esto es todo un poema”, dice, por la complejidad del asunto. El segundo método consiste en que el INE “incorpore en su sistema estadístico una encuesta real que incluya las migraciones de nuestra población como un módulo temático”. Sería una encuesta a hogares, como la Encuesta de Población Activa o la de Población Continua, en la que se introdujesen preguntas sobre las migraciones. “Sin ser perfecto, es un complemento al registro”. “Estamos haciendo todo lo que se nos ocurre, pero no es fácil”, explica Antonio Argüeso, el responsable de estas estadísticas en el INE, que cuenta que solo hay dos personas en el organismo trabajando en las Estadísticas de Migraciones. La propuesta de hacer una encuesta sistemática es inviable, dice. “Es una operación super cara”. Pone como ejemplo la EPA, la encuesta más cara que hay en España (cuesta 10 millones al año) y que entrevista a 300.000 hogares al trimestre. “Tendrías que hacer una cosa como 4 ó 5 veces la EPA de tamaño, porque la gente que se va es muy poca (1%), por lo que tienes que tener una muestra grandísima a la que tienes que estar preguntando mucho tiempo, al menos durante un par de años cada 3 meses. Ningún país del mundo lo hace”, explica. Mientras, están detrás de las estadísticas oficiales de países como Alemania o Reino Unido para contrastar con las suyas, pero estos no se las facilitan. Y buscan otras soluciones, como trabajar con las operadoras de telecomunicaciones para que les den datos sobre las bajas de teléfono (no portabilidad), para intentar cruzarlos con el padrón y tratar de extraer conclusiones sobre si están relacionadas con la emigración, sobre todo de extranjeros. Para Carmen González los datos mejorarían “si consulados y embajadas facilitaran a los emigrantes una inscripción a través de internet, para no tener que desplazarse al consulado. Y si hicieran también una mayor publicidad de las ventajas, porque por ejemplo cuando ocurre una desgracia es importante [estar registrado]”.